En
el departamento de Emma, Sophie estaba durmiendo plácidamente y teniendo el
sueño más extraño de su vida. No lograba entender por qué su sueño parecía salido de una película de Bollywood, incluso de fondo se escuchaba una canción de Mohammed
Rafi llamada “Jaan Pehechan Ho” que nunca había escuchado pero ahí estaba
Lincoln cantándola. Si, una galletita de vainilla que canta y todos están
bailando normalmente.
De
repente se despierta al escuchar los gritos de Emma que al parecer estaba enojada.
Da muchas vueltas en la cama antes de levantarse y se dirige al comedor donde
estaba Emma gritando con el celular.
Emma-
¡Podrías haberme avisado que tu casa estaba en venta, bolonio! ¡O al menos que
tenías deudas y te ayudábamos a pagarlas! ¿Por qué siempre avisas todo a último
momento? No me importan tus explicaciones ahora. Después hablamos.- Corta la
llamada.- Es peor que un adolescente tu tío.
David-
No, es peor que un niño.
Sophie-
¿Qué sucede?
Emma-
Al parecer nos vamos a Argentina. ¿Qué opinas?
Sophie-
Está bien… pero primero desayunamos.
David-
Apoyo la idea.
Mientras
tanto, Sid y Rose estaban en un bar desayunando. Rose mantenía en un silencio mórbido tratando de pensar la
manera más adecuada de responderle a la pregunta que le hizo el muchacho,
mientras que Sid observaba a una muchacha que estaba llorando a unas mesas de
distancia.
Sid-
¿Habrán terminado?
Rose-
Sid.
Sid-
¿Qué pasa?
Rose-
Creo que tenemos que tomarnos un tiempo.
Sid-
Me estás jodiendo.
Rose-
Es que creo que somos muy jóvenes para vivir juntos, además, me quiero enfocar
en el trabajo… ya sabes, no es fácil encontrar un trabajo en otra emisora de
radio y me llevo muy bien con ellos…- Sid se levanta de la silla y paga el
café.- Sid, ¿qué sucede?
Sid
se quedó en silencio. En su mente se empezaron a mezclarse imágenes y
situaciones de venganza, de despecho, de odio. Se imagino cantándole
“Disconnected” de Keane. También se imaginó tirarle el lemon pie del mostrador en la cara y salir corriendo pero en cambio
no hizo nada. Absolutamente nada.
Rose-
¿Sid?
Sid-
Si no me quieres más me lo hubieses dicho. No era necesario que usases las
frases berretas que decía Ian en primaria para terminar con las pendejas
pelotudas con las que salía.
Rose-
Sid, perdona. No quise lastimarte…
Sid-
Da igual. Ya lo has hecho. Se feliz.- Agarra su campera y sale del lugar.
Mientras caminaba para llegar a su casa pensó que lo bueno de irse a vivir a
otro país es que se puede empezar de cero… algo que en ese momento necesitaba
desesperadamente.
Días
después
Castro Barros. Subte A. Buenos Aires, Argentina |
En
la estación de subte Castro Barros, Phillip Bruman sube a la formación como
todos los días para llegar a su trabajo en el centro. Escuchando música de la
radio del celular se pone a leer un libro de Immanuel Kant hasta que un aroma a
frambuesa negra, pomelo, pera, madera blanca, coco y otros aromas más que no
podía identificar, le llama la atención. Inmediatamente aparta la vista del
libro y observa a dos chicas, una de ellas estaba de espaldas a él, acompañadas
de un muchacho más alto que ellas y con una remera de Ghost.
Apenas
se da vuelta la muchacha, que se veía mucho más joven que los otros dos por su
manera de vestir y de actuar, Phillip no
puede dejar de mirarla. En la radio empieza a escucharse la canción de James
Blunt “You’re beautiful” y Phillip empieza a cantar para sus adentros la
canción hasta que se acuerda el mensaje de ésta y apaga la radio.
Dos paradas
después baja el grupo mientras que el muchacho los observa y, cuando la
formación empieza a marchar, Sophie lo mira y le sonríe.
Se
pone de vuelta los auriculares y escucha la radio pero la apaga a los pocos
instantes al escuchar la canción “Kids Aren't Safe In The Metro” de Satellite Stories.
En
Londres, William se encontraba escuchando “Broken” de Jake Bugg mientras
esperaba a que lo llamaran en el consultorio.
Luego de recibirse de la
secundaria, y en especial luego de firmar un contrato con una de las mejores
editoriales del mundo para publicar su primer libro, estaba empezando a tener
pesadillas seguido de días enteros sufriendo insomnio, lo cual llegó a un tal
punto de que tuvo que ir a un psiquiatra a que le recetaran algo para dormir.
Una mujer le avisa que el doctor lo está esperando.
Doctor-
Hola William, ¿cómo te encuentras?
William-
¿Realmente quiere saberlo?
Doctor-
No. Pero es mi trabajo escucharte.
William-
Eso supuse.
Doctor-
Siéntate.- El joven se sienta.- ¿Duermes mejor ahora que tomas los calmantes?
William-
La verdad no tanto. Al principio dormía bien pero en las últimas semanas…
olvídelo.
Doctor-
¿Qué sucedió?
William-
Las últimas semanas he tenido sueños sobre ella. Ya sabe… ella.
Doctor-
No está mal tener sueños.- William se toca la cicatriz de la muñeca y ambos se
quedan en silencio.- ¿Quieres hablar de otra cosa?
William-
Emma, una amiga, me preguntó si no quería ir a Argentina a pasar el año
mientras escribo el libro. Me dijo que sería bueno cambiar de aires.
Doctor-
Eso es muy cierto, William.
William-
¿Usted qué opina?
Doctor-
Pues yo considero que deberías ir. Ve y diviértete. Eso te hará bien.- William lo
mira en silencio.
Unas
horas después, el joven sale del edificio y agarra el celular. Marca el
teléfono de Emma y la llama.
Emma,
entrando en un edificio de oficinas acompañada de Sophie y
David- Hola Will,
¿cómo estás?
William-
Bien, con un poco de frío. Ja, ja.
Emma-
Claro, todavía están en invierno allá en el norte. ¿Para qué llamas?
William-
Pues… ¿todavía está la oferta del año en Argentina?
Emma-
Sí. ¿Quieres venir?
William-
Emmm, sí. Estaría bueno. Emma.
Emma-
¿Si?- William vacila. Una puerta se abre en el largo pasillo del edificio.-
Will, disculpa tengo que colgar. ¿Me llamarías luego?
William-
Seguro.
Emma-
Adiós.- Corta la llamada. Y mira al hombre con traje.- Perdón.
Hombre-
No hay problema. Pasen.
Los
tres jóvenes entran al lugar y David se detiene. Se detiene porque vio a
alguien que pertenecía a su pasado y no necesariamente era bueno.
David-
¡Tú! ¡¿Qué haces aquí?!- Emma y Sophie se dan vuelta y lo observan.
Lucrecia-
Hola David. ¿Qué crees que estoy haciendo aquí?
David-
Que arpía.
Emma-
¿Quién es ella?
Lucrecia-
Hola, soy Lucrecia Ortiz.- Le estrecha la mano a Sophie y luego a Emma.- La ex
de David.- Emma y Sophie miran a David sorprendidas.- Pero eso ya es pasado.
Hablemos de negocios.
David-
No hago negocios con terroristas.
Lucrecia-
Entonces vendamos la casa de una vez. ¿Acaso quieres que le diga eso al fisco?
Emma-
Tu- Le dice a David- te callas.
David-
Pero.
Emma-
Sh.- Mira a Lucrecia.- Mira, no te conozco y tampoco me interesa conocerte pero
esa casa no se va a vender bajo ningún término. No me importa si tengo que
pagarle todas las deudas del estúpido de Thomas. Esa casa es mía.
Lucrecia-
Me agradas. Y sólo porque me agradas te daré una increíble oferta.- Emma sale
del edificio unas horas después a paso apurado y enojada mientras la seguían
David y Sophie- Ustedes tienen hasta el primero de enero para pagar todas las
deudas que tiene Thomas Álvarez sobre la casa.- David la continuaba llamando
pero Emma no se daba vuelta.- Si logran pagarlas, perfecto, se la quedan.- Emma
se da vuelta y Sophie y David se quedan quietos. Nunca le habían visto una cara
así de enojada y decidida al mismo tiempo.- Pero si no. Si les llego a
encontrar una mínima deuda sin pagar o que fue pagada con plata sucia… tendrán
que decirle “bye, bye” a la casa.-
David le pregunta a Emma “¿Estás bien?”- Y esa casa se convertirá en un lujoso
bar inglés como estaba planeado. ¿Entendido?
David,
en el pasillo- ¿Emma?
Emma-
¿La zorra quiere guerra? Pues tendrá guerra.
Sophie-
Me das miedo…
Emma-
Deberías tenerlo… y esa puta también.- Se queda los tres en silencio.- Que
empiece el juego.
Capítulo
1. Fin.
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