jueves, 4 de diciembre de 2014

A New Chapter: Capítulo 1 Intro


En el departamento de Emma, Sophie estaba durmiendo plácidamente y teniendo el sueño más extraño de su vida. No lograba entender por qué su sueño parecía  salido de una película de Bollywood, incluso de fondo se escuchaba una canción de Mohammed Rafi llamada “Jaan Pehechan Ho” que nunca había escuchado pero ahí estaba Lincoln cantándola. Si, una galletita de vainilla que canta y todos están bailando normalmente.


De repente se despierta al escuchar los gritos de Emma que al parecer estaba enojada. Da muchas vueltas en la cama antes de levantarse y se dirige al comedor donde estaba Emma gritando con el celular.

Emma- ¡Podrías haberme avisado que tu casa estaba en venta, bolonio! ¡O al menos que tenías deudas y te ayudábamos a pagarlas! ¿Por qué siempre avisas todo a último momento? No me importan tus explicaciones ahora. Después hablamos.- Corta la llamada.- Es peor que un adolescente tu tío.

David- No, es peor que un niño.

Sophie- ¿Qué sucede?

Emma- Al parecer nos vamos a Argentina. ¿Qué opinas?

Sophie- Está bien… pero primero desayunamos.

David- Apoyo la idea.

Mientras tanto, Sid y Rose estaban en un bar desayunando. Rose mantenía  en un silencio mórbido tratando de pensar la manera más adecuada de responderle a la pregunta que le hizo el muchacho, mientras que Sid observaba a una muchacha que estaba llorando a unas mesas de distancia.

Sid- ¿Habrán terminado?

Rose- Sid.

Sid- ¿Qué pasa?

Rose- Creo que tenemos que tomarnos un tiempo.

Sid- Me estás jodiendo.

Rose- Es que creo que somos muy jóvenes para vivir juntos, además, me quiero enfocar en el trabajo… ya sabes, no es fácil encontrar un trabajo en otra emisora de radio y me llevo muy bien con ellos…- Sid se levanta de la silla y paga el café.- Sid, ¿qué sucede?

Sid se quedó en silencio. En su mente se empezaron a mezclarse imágenes y situaciones de venganza, de despecho, de odio. Se imagino cantándole “Disconnected” de Keane. También se imaginó tirarle el lemon pie del mostrador en la cara y salir corriendo pero en cambio no hizo nada. Absolutamente nada.


Rose- ¿Sid?

Sid- Si no me quieres más me lo hubieses dicho. No era necesario que usases las frases berretas que decía Ian en primaria para terminar con las pendejas pelotudas con las que salía.

Rose- Sid, perdona. No quise lastimarte…

Sid- Da igual. Ya lo has hecho. Se feliz.- Agarra su campera y sale del lugar. Mientras caminaba para llegar a su casa pensó que lo bueno de irse a vivir a otro país es que se puede empezar de cero… algo que en ese momento necesitaba desesperadamente.

Días después

Castro Barros. Subte A. Buenos Aires, Argentina

En la estación de subte Castro Barros, Phillip Bruman sube a la formación como todos los días para llegar a su trabajo en el centro. Escuchando música de la radio del celular se pone a leer un libro de Immanuel Kant hasta que un aroma a frambuesa negra, pomelo, pera, madera blanca, coco y otros aromas más que no podía identificar, le llama la atención. Inmediatamente aparta la vista del libro y observa a dos chicas, una de ellas estaba de espaldas a él, acompañadas de un muchacho más alto que ellas y con una remera de Ghost.

Apenas se da vuelta la muchacha, que se veía mucho más joven que los otros dos por su manera de vestir y de actuar, Phillip  no puede dejar de mirarla. En la radio empieza a escucharse la canción de James Blunt “You’re beautiful” y Phillip empieza a cantar para sus adentros la canción hasta que se acuerda el mensaje de ésta y apaga la radio. 


Dos paradas después baja el grupo mientras que el muchacho los observa y, cuando la formación empieza a marchar, Sophie lo mira y le sonríe.

Se pone de vuelta los auriculares y escucha la radio pero la apaga a los pocos instantes al escuchar la canción “Kids Aren't Safe In The Metro” de Satellite Stories.

En Londres, William se encontraba escuchando “Broken” de Jake Bugg mientras esperaba a que lo llamaran en el consultorio.


Luego de recibirse de la secundaria, y en especial luego de firmar un contrato con una de las mejores editoriales del mundo para publicar su primer libro, estaba empezando a tener pesadillas seguido de días enteros sufriendo insomnio, lo cual llegó a un tal punto de que tuvo que ir a un psiquiatra a que le recetaran algo para dormir. Una mujer le avisa que el doctor lo está esperando.

Doctor- Hola William, ¿cómo te encuentras?

William- ¿Realmente quiere saberlo?

Doctor- No. Pero es mi trabajo escucharte.

William- Eso supuse.

Doctor- Siéntate.- El joven se sienta.- ¿Duermes mejor ahora que tomas los calmantes?

William- La verdad no tanto. Al principio dormía bien pero en las últimas semanas… olvídelo.

Doctor- ¿Qué sucedió?

William- Las últimas semanas he tenido sueños sobre ella. Ya sabe… ella.

Doctor- No está mal tener sueños.- William se toca la cicatriz de la muñeca y ambos se quedan en silencio.- ¿Quieres hablar de otra cosa?

William- Emma, una amiga, me preguntó si no quería ir a Argentina a pasar el año mientras escribo el libro. Me dijo que sería bueno cambiar de aires.

Doctor- Eso es muy cierto, William.

William- ¿Usted qué opina?

Doctor- Pues yo considero que deberías ir. Ve y diviértete. Eso te hará bien.- William lo mira en silencio.

Unas horas después, el joven sale del edificio y agarra el celular. Marca el teléfono de Emma y la llama.

Emma, entrando en un edificio de oficinas acompañada de Sophie y 
David- Hola Will, ¿cómo estás?

William- Bien, con un poco de frío. Ja, ja.

Emma- Claro, todavía están en invierno allá en el norte. ¿Para qué llamas?

William- Pues… ¿todavía está la oferta del año en Argentina?

Emma- Sí. ¿Quieres venir?

William- Emmm, sí. Estaría bueno. Emma.

Emma- ¿Si?- William vacila. Una puerta se abre en el largo pasillo del edificio.- Will, disculpa tengo que colgar. ¿Me llamarías luego?

William- Seguro.

Emma- Adiós.- Corta la llamada. Y mira al hombre con traje.- Perdón.

Hombre- No hay problema. Pasen.

Los tres jóvenes entran al lugar y David se detiene. Se detiene porque vio a alguien que pertenecía a su pasado y no necesariamente era bueno.

David- ¡Tú! ¡¿Qué haces aquí?!- Emma y Sophie se dan vuelta y lo observan.

Lucrecia- Hola David. ¿Qué crees que estoy haciendo aquí?

David- Que arpía.

Emma- ¿Quién es ella?

Lucrecia- Hola, soy Lucrecia Ortiz.- Le estrecha la mano a Sophie y luego a Emma.- La ex de David.- Emma y Sophie miran a David sorprendidas.- Pero eso ya es pasado. Hablemos de negocios.

David- No hago negocios con terroristas.

Lucrecia- Entonces vendamos la casa de una vez. ¿Acaso quieres que le diga eso al fisco?

Emma- Tu- Le dice a David- te callas.

David- Pero.

Emma- Sh.- Mira a Lucrecia.- Mira, no te conozco y tampoco me interesa conocerte pero esa casa no se va a vender bajo ningún término. No me importa si tengo que pagarle todas las deudas del estúpido de Thomas. Esa casa es mía.

Lucrecia- Me agradas. Y sólo porque me agradas te daré una increíble oferta.- Emma sale del edificio unas horas después a paso apurado y enojada mientras la seguían David y Sophie- Ustedes tienen hasta el primero de enero para pagar todas las deudas que tiene Thomas Álvarez sobre la casa.- David la continuaba llamando pero Emma no se daba vuelta.- Si logran pagarlas, perfecto, se la quedan.- Emma se da vuelta y Sophie y David se quedan quietos. Nunca le habían visto una cara así de enojada y decidida al mismo tiempo.- Pero si no. Si les llego a encontrar una mínima deuda sin pagar o que fue pagada con plata sucia… tendrán que decirle “bye, bye” a la casa.- David le pregunta a Emma “¿Estás bien?”- Y esa casa se convertirá en un lujoso bar inglés como estaba planeado. ¿Entendido?

David, en el pasillo- ¿Emma?

Emma- ¿La zorra quiere guerra? Pues tendrá guerra.

Sophie- Me das miedo…

Emma- Deberías tenerlo… y esa puta también.- Se queda los tres en silencio.- Que empiece el juego.


Capítulo 1. Fin.

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