Alvear Palace Hotel, Ciudad de Buenos Aires. Argentina. |
Hannah
se encontraba en su propia fiesta de casamiento (que parecía de los años 50),
vestida con un vestido de blanco inmaculado mirando a todos los invitados. En
especial, a Ian que se encontraba al lado suyo. En ese momento, Ian se levanta
de la silla y todos los invitados se callan.
Ian-
Ahora me gustaría decir unas palabras…- Mueve la cabeza y la orquesta se
levanta de sus sillas.
(Aclaración:
Ian le empieza cantar a Hannah “Cheating” de John Newman).
Después
de que termina de cantar el muchacho, Hannah se levanta de su sueño aturdida.
Mira a su alrededor y nota que Ian todavía no había vuelto desde la vez que
ella le dijo que lo engañó. Se pone a llorar y dice casi en un susurro:
-Perdón.
En
otro lado de la Ciudad de Buenos Aires, el profesor tutor del curso de Phillip
y Sophie nota un cambio que nadie notaba, tal vez que ni siquiera había notado
el que había cambiado.
A
Phillip le gustaba Sophie. De hecho, a Phillip le gustaba alguien y era Sophie.
O sea, estaba en la famosa friendzone.
El
profesor se dio cuenta casi cuando ya era inevitable no darse cuenta. Al
principio se habían llevado terrible, Phillip podía ser terrible cuando quería
y era muy bueno llevándose mal con la gente. Luego, de repente eran amigos esa
chica rara y ese muchacho superdotado que había mentido descaradamente un
examen para que no lo envíen a una escuela para genios. Y, ahora que los
miraba, notó esa gran diferencia entre amistad y enamoramiento.
Phillip
sonreía y la miraba como nunca había mirado antes. Sophie hablaba de cualquier
cosa, cuando se dio cuenta lo que pasaba el profesor ella estaba hablando sobre
cómo un monstruo que al parecer era un dragón- araña- foca- y algo más se había
comido todo lo que había en la heladera y la había culpado a ella, y Phillip la
escuchaba como si lo que estuviese escuchando fuese la novena sinfonía de
Beethoven. Así de entontado estaba el joven muchacho.
Cuando
toca el timbre de finalización de clase, el profesor lo llama a Phillip y éste
va hacia su encuentro.
Phillip-
¿Puedo pasar?
Profesor-
Sí. Siéntate.
Phillip-
Juro que no hice nada malo.
Profesor-
Lo sé, Phillip. Pero, por favor, siéntate.- El muchacho se sienta.- He notado
que te hiciste amigo de Sophie.- Phillip estaba callado, sabía hacia dónde iba
la conversación.- Sólo quería preguntare si te llevas bien con…
Phillip-
Vaya al grano.- El profesor se queda aturdido, de repente había pasado de una
conversación normal a ponerse a la defensiva.
Profesor,
luego de suspirar- Seguramente ya te has dado cuenta que Sophie no es una chica
normal…
Phillip-
Si se refiere a su esquizofrenia hebefrénica… sí, me he dado cuenta.
Profesor-
Eso supuse. Mira, Phillip, he notado como la miras y tengo que aclararte que no
es bueno para ninguno de los dos que…
Phillip-
Yo no sé lo que usted piensa, pero si hablamos de miradas debería usted
preocuparse de cómo mira a la preceptora del 3ro. 4ta. Porque los rumores
vuelan.
Profesor-
¡Claro que sabes lo que pienso! ¡Y no trates de esquivarlo!- De repente pasan
unos alumnos que miran cómo le estaba gritando.- Perdón. Phillip…
Phillip,
que se había levantado de la silla y estaba cerca de la puerta- Descuide
profesor, a mi no me pasa nada con Holland. Sólo somos a amigos, nada más que
eso.
Profesor-
No te mientas, Phillip.
Phillip-
Yo no me estoy mintiendo.- El profesor abre la boca para seguir hablando.- Buen
fin de semana, profesor.- Le cierra la puerta justo cuando el profesor iba a
seguir hablando.
El
muchacho sale de la escuela y nota que Sophie lo estaba esperando, como había
prometido.
Los
ojos de Sophie se agrandan cuando llegan al Jardín Botánico Carlos Thays, si
algo le gustaba a Sophie eran los árboles y ahí había muchos.
Sophie-
Esto es hermoso…
Phillip-
Deberías ver El Rosedal cuando es de primavera, entonces.
Sophie-
¿Me llevarías ahí algún día?- Phillip sonríe.
Phillip-
Claro.- Sophie lo abraza.
Sophie-
¡Gracias! ¡Gracias!
Phillip-
No hay de qué.- La mira.- ¿Me soltarías?
Sophie-
Claro, perdón. ¿Vamos?
Los
dos adolescentes se ponen a caminar alrededor del lugar mientras hablaban sobre
muchas cosas hasta que en un momento Sophie lo mira.
Phillip-
¿Pasa algo?
Sophie-
¿Cómo es que sabes tanto?
Phillip-
Bueno, Niklas es florista.- Sophie lo mira sin entender.- Mi padrastro. Se
graduó en Alemania como botánico y aquí tiene una florería. Está obsesionado
con las plantas.
Sophie-
Igual no me refería a eso.- Dice sonriendo.- Sino a todo, sabes de todo.
Phillip-
¿Y cuál es el problema de saber?
Sophie-
Ninguno. Sólo que me es raro de que sepas tanto y que no tengas problema en
hablar con la gente de todo lo que sabes pero cuando te pregunto de la chica
que te gusta estés tan mudo. Perdón, ¿Dije algo raro?
Phillip-
No. Es solo que…- Se sienta en una banca enfrente a una fuente.- No sé cómo
decirle que me gusta. Pensar que gracias a mí, mi mamá y Niklas están juntos.-
Dice, esbozando una sonrisa tímida.- Me gustaría volver a ser tan descarado
como cuando era chico…
Sophie
lo mira y sonríe. En ese momento se pone a cantar “Tell Her You Love Her” de
Echosmith.
Sophie
no termina de cantar cuando Phillip la besa.
Sophie-
¿Qué?
Phillip-
Perdón. No debí…- Agarra su mochila y se va corriendo del lugar, dejando a
Sophie terriblemente confundida.
La
muchacha se levanta de su silla y lo sigue pero cuando sale del Jardín Botánico
no lo encuentra y, cuando parpadea, se da cuenta que estaba en su cuarto y eran
las dos de la mañana. Se vuelve a acostar en su cama pero no podía dormir, seguía
pensando en Phillip y que la había besado.
Sophie-
No es real pero… no, no es real. Eso no pasó realmente, nunca pasó.- Agarra su
peluche y lo abraza con todas sus fuerzas. Aunque creía que no había pasado en
el fondo ella deseaba que fuese real.
Mientras
tanto, Phillip tampoco podía dormir. Deseaba no haberla besado y al mismo
tiempo deseaba que ese mínimo momento en que sus labios tocaron los de ella
durara por siempre. Odiaba ser adolescente, odiaba a sus estúpidas hormonas
alborotadas. Odiaba, en ese mismo momento, todo.
De
repente queda totalmente dormido. En su sueño, Sophie y Phillip se encontraban
en la casa de Helena Bruman (que Phillip no visitaba desde el suicidio de su
abuela) y Sophie estaba asustada. Al parecer estaba teniendo una terrible
alucinación que claramente no podía controlar y eso le asustaba tanto que
terminó sentada en una esquina del vacío living de la casa. Cuando Phillip se
le acerca para consolarla, ambos se ponen a cantar “Little Talks” de Of
Monsters And Men.
Terminan
de cantar y se quedan ambos en silencio. De repente, los ojos de Sophie se
llenan de lágrimas.
Sophie-
Sé que si muero me olvidarás, tal como olvidarás a tu abuela.
Phillip-
Eso no es cierto, no las olvidaré a ninguna de las dos.
Sophie-
¿Cómo estás tan seguro?
Phillip-
Porque las amo. Te amo y no se olvida a la gente que se ama, nunca.- Ella lo
abraza y él la sostiene con todas sus fuerzas.- Te amo.
Al
instante se levanta. Niklas estaba tocándole el brazo para despertarlo ya que
estaba llegando tarde al trabajo.
Niklas-
¿Estás bien? Te ves raro…- Phillip no le responde.- ¿Mudo como siempre, eh?
Bueno.- Se levanta de la cama y camina para irse del cuarto.- Te desperté
porque estás llegando tarde al trabajo y tu jefe me preguntó si estabas enfermo
o algo. Hay café haciéndose en la cocina.
Phillip-
Niklas…- Su padrastro lo mira. Era la primera vez que le hablaba desde lo de su
abuela.- ¿Podrías… podrías llamar a la librería y decirle que no voy? Tengo
algo que hacer.
Niklas-
¿Estás bien? ¿Te sucede algo?
Phillip-
Creo que estoy enfermo.
Niklas,
que se acerca y pone su mano en la frente del muchacho- ¿Seguro? ¿Qué tienes?
Phillip-
Enamoramiento adolescente.- Niklas lo mira sorprendido.- Y si no lo trato ahora
temo no curarme nunca.
El
joven sale de su cama y su padrastro nota que Phillip ni siquiera se había
cambiado del día anterior, algo que últimamente se repetía debido a que leía
esos libros complejos hasta que sus párpados se cerraban por el cansancio.
Phillip se pone las zapatillas y agarra un buzo de la silla del escritorio y
sale corriendo del departamento lleno de plantas y flores hacia la casa de
Sophie. Niklas en un momento vio algo que nunca hubiese pensado que volvería a
ver, el antiguo espíritu del pequeño Phillip.
Cuando
llega el genio a la casa/ campamento, toca la puerta repetidas veces con los
puños. Sophie abre la puerta y lo observa sorprendida, más que nada por el
hecho de que estaban en junio y él solo tenía un buzo canguro gris, además
porque ella no sabía cómo era que él sabía su dirección.
Phillip-
¿Puedo entrar? Me estoy congelando…
Sophie-
Pasa.- El muchacho entra y ella cierra la puerta.
Phillip-
Que casa más enorme.
Sophie-
Pasa que aquí vivimos muchos.- Dice sonriendo como siempre.- Te los presentaría
pero están todos fuera.- ¿A qué viniste?
Phillip-
Yo…- De repente le aparece la timidez que le empezaba a bloquear las palabras
cuando Sophie lo mira a los ojos con su típica mirada infantil.- Quiero hablar
sobre lo que pasó ayer.
Sophie-
¿Y qué pasó ayer?
Phillip-
Pues… olvídalo.- Camina hacia la puerta, en su mente se decía que no tenía
sentido hablar con alguien tan cuerdo como la liebre de marzo.- Nos vemos…
De
repente Sophie lo agarra del brazo y, una vez que logró que Phillip se diese la
vuelta, lo besa. En ese instante ambos olvidaron todo el mundo que los
distanciaba, las enfermedades de ella, el dolor de él, la eterna infancia de
Sophie y la absoluta complejidad y madurez de Phillip. Los dos adolescentes se
seguían besando cuando, del otro lado de la puerta, se escuchaba gritando a Emma
de que no podía entrar. Por el susto, Phillip sin querer tira al piso una caja
en donde había muchos papeles.
Phillip-
Diablos.
Emma-
¿De quién es esa voz? ¡Sophie, ábreme que la puerta está trabada!- En Realidad
no estaba trabada sino que ellos la estaban trabando, pero eso justamente ella
no lo sabía. Sophie le abre la puerta.- Esta casa es un desastre… ¿Y tú quién
eres?
Phillip-
Hola.- Dice un poco sorprendido.- Soy Phillip. Yo…
Sophie-
¡Vino a devolverme un libro! Es un compañero de la escuela.- Dice, sonriendo.
Emma no le creía del todo y Phillip sabía exactamente por qué… Sophie es una
pésima mentirosa.- Deja, yo lo recojo a eso.
Emma-
¿Qué pasó?
Phillip-
Se cayeron estos papeles…
Emma-
¡Las cuentas de la casa! ¡Hay que levantarlos ahora mismo!- En ese instante los
tres se ponen a recoger los papeles mientras Sophie miraba a Emma.- ¿Qué te
pasa?
Sophie-
¿Y Will?
Emma-
Se volvió por un tiempo a Gales.- En ese instante los tres se quedaron en
silencio. Phillip notó una incomodidad en las palabras de Emma, como si en
realidad ese muchacho “William” se fue a Gales para rehabilitarse de alguna
adicción.- En fin, Phillip.
Phillip-
¿Sí?
Emma-
Supongo que deberías volver a tu casa, ya es un poco tarde.
Phillip-
Claro. Tome.- Le da las facturas de la casa en la mano.- Nos vemos Sophie. Un
gusto Emma.
Emma-
Adiós. Cuídate.
Sophie-
¡Espera que te acompaño hasta afuera!- Los dos salen de la casa mientras Emma
se hace la que no los está observando.
Emma-
Con que ese muchacho es Phillip…
Afuera
de la casa Sophie y Phillip caminan en silencio hasta que Sophie se anima a
hablarle.
Sophie-
Perdona.
Phillip-
¿Por qué?
Sophie-
Por mentir.
Phillip-
Descuida, tampoco sabía que decirle. Nunca estuve en este brete.
Sophie-
¿Eh?
Phillip-
Lío, problema… brete.
Sophie-
¡Ah! Ja, ja, ja.- Los dos ríen al mismo tiempo.- Por fin tenemos algo en común,
yo tampoco estuve en esta situación alguna vez. Será mejor que no se lo digamos
a nadie.
Phillip-
¿Qué cosa?
Sophie-
Pues, sobre nosotros… sea lo que seamos en este mismo momento. Al menos hasta
que sepamos qué somos, ¿no?
Phillip-
Me parece lógico.- Los dos vuelven a reír. Claramente estaban idiotizados el
uno por el otro.- Bueno, me tengo que ir.
Sophie-
Chau.- Phillip le saluda con la mano mientras se aleja de ella.
En
ese momento, mientras Phillip estaba volviendo a su casa, el muchacho empieza a
cantar “Gone Gone Gone” de Phillip Phillips.
Llega
el joven a su casa y se acuesta en su cama, feliz de la vida, de las plantas
que invadían su cuarto y casi todo el departamento, de que Sophie lo amara, de…
en fin, estaba feliz. Observa un minuto su cuarto y nota lo oscuro y
desordenado que estaba, entonces se pone a limpiarlo. En ese momento mientras
limpiaba su cuarto, ve que al lado de su computadora había un montón de sobres
sin abrir. Uno esos sobres era de la Universidad Carlos de Praga que le
informaba de que a partir del año entrante iba a ser admitido para estudiar
medicina.
Niklas-
Phillip he notado que entraste muy alegre… ¿Qué sucede?
Phillip-
La cagué. La cagué totalmente.
Niklas
se sienta al lado del muchacho que en ese momento se puso a llorar como un niño
que se acababa de perder. Nota que la carta decía que lo habían admitido para
cursar en la universidad que él había elegido y se pregunta en su interior por
qué estaba tan triste si era una buena noticia. Claramente el florista no sabía
que Phillip había decidido hacía poco quedarse en el país por Sophie. Y ahora
el joven superdotado no sabía qué hacer, por primera vez no sabía qué decisión
tomar.
Capítulo
5. Fin.
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