sábado, 21 de febrero de 2015

Cómo morirse en una cámara frigorífica: Capítulo 2 Matrioska

"Matrioska" por Corinne Demuynck

-¡Hola bellos del Twitter! ¿Cómo están? Yo me estoy congelando pero, ¿quién no se congela en junio? En fin, en el video anterior no les expliqué realmente cómo es que llegué aquí sino que les dije algo así como un preámbulo, o sea, lo que inició todo esto. El tema es que, después de hablar con mi amigo (que ni siquiera me tiene en Twitter como seguidor), me empecé a hablar más seguido con Katrina. La verdad es que la tecnología se ocupó de todo, ya tenía su número y con eso yo podía hablar con ella todo el tiempo de cualquier cosa. Hablábamos muy seguido, pero había un tema que siempre se me escapaba: su familia. Hasta que un día mientras tomábamos un café, y gracias a un tema relacionado, me animé a preguntarle:

Una semana atrás…

-¿Por qué nunca hablas de tú familia?- De una charla fluida, de repente apareció un momento de “silencio”. Temiendo que la haya ofendido le explica:- Te pregunto porque ya hablamos de la mía pero vos nunca hablas de la tuya, ¿pasó algo malo?

-Es que no hay nada que contar. Tengo un padre y una hermana gemela. Mi papá se dedica a la carne y tiene empleados de toda la vida, son como si fueran tíos para mí. Todos somos rusos que escapamos de una mala situación económica y probamos suerte aquí.

En ese momento Damián detiene la grabación y se queda pensando en la conversación que acaba de recordar entre ellos dos. El padre dijo que trabajaba en el rubro de la “carne”…

-¡Pero no pensé que sería mi carne!- Y mira desconsolado al montón de gansos muertos atrás de él y sus fuerzas flaquean.- Fuchi. No, no tienes que pensar en negativo, ¡sino en positivo! Hay gente que quiere seguir escuchando mi historia, ¡gente realmente bonita como Nicole! OK, sigamos.- Aprieta un botón en la pantalla de su celular y continúa con la grabación.- ¿En dónde me quedé? Ah, sí. Bueno, el tema es que continuamos hablando y unos minutos después le pedí a la adorable Katrina que me deje conocer a su familia.

-¿Estás seguro de querer conocer a papá?- Le dice luego de escuchar la alegre iniciativa de Damián con un sorprendido acento ruso.

-¡Claro! ¿Qué cosas malas podrían pasar? Ni que fuese un mafioso ruso… Ja, ja, ja.

-Bueno, digamos que él está más cerca de “El padrino” que de “American Dad”.

-¿Qué es eso?- Le pregunta Damián mientras partía en pedazos un enorme muffin de chocolate con chips.

-Nada, nada.- Le sonríe con su típica sonrisa de despreocupada preocupación.- Si quieres le puedo preguntar a mi padre si puedes venir. Cuando me diga que sí, podrás venir.

-Dado que logré mi cometido de conocer más a Katrina y de que me invitara a su casa o algo parecido, hice lo que todo hombre haría… contárselo a mi mejor amigo.

Estaba Damián en la casa de su amigo, jugando a la Play Station y escuchando música a todo volumen.

-… y, sí, son rusos.- Dice con ligereza. Se hace una pausa y, en el momento de distracción de su amigo Nahuel, aprovecha y hace un gol en el juego.- Con cinco goles más te empato, eh.- Riéndose. Su amigo no le da oportunidad y desconecta el equipo dejando a Damián descolocado.- Que mal perdedor…

-¡Si venía ganando!- Se levanta del suelo.- Me cansé… voy a hacer mates y nosotros dos- con su dedo lo señala- vamos a hablar. O sea, ¿vos querés que te maten? ¿O simplemente sos masoquista?- Le pregunta con total sinceridad, una cualidad que lo distinguía además de ser absolutamente directo. El problema era que, a pesar de que sus consejos y presentimientos eran muy buenos, su amigo Damián no solía escucharlos.

-¿Qué tiene que ella y su familia sean rusos?- Se indigna al ver la reacción de su mejor amigo desde el jardín, al final de cuenta Nahuel había salido con muchas chicas de distintas nacionalidades, y si todas sus ex se juntaran sería como “la feria de las naciones”.- Sos un racista.

-Habla el Premio Novel a la Tolerancia.- Dice totalmente molesto y con una ironía tajante.- Como sea, a mi me da igual si querés salir con una marciana o un unicornio, el punto es que tengas cuidado. Por las dudas, porque conociéndote  te vas a mandar una cagada y vas a terminar “suicidado” en el fondo del Riachuelo junto al “pez bota”- se queda pensando- y con los cuerpos que eran sus dueños también. Como ya te dije, no cuentes conmigo si te metes en problemas y te vienen a matar.

-¡Qué buen amigo, eh!- Lo mira con un poco de pseudo desprecio.

-Callate, gil.- Le contesta como sabiendo que tal sarcasmo no podía salir de su boca.

-En mi defensa no terminé en el Riachuelo… ¡en tu cara Nahu! Ja, ja, ja.- Se queda en silencio al darse cuenta que aún así su situación no es la mejor del mundo.- Como sea, después de nuestra conversación y de haberme dicho que no saliera con ella, sólo era una sugerencia aclaro, se dio la casualidad de que unos días después me invita a su casa para conocer a la familia. Sé que me van a decir: “¿Cómo no le hiciste caso a tu amigo?”, pero seamos honestos… nadie piensa terminar así.- Con el celular muestra su gran futura tumba congelada y los gansos muertos.- Y así es como al otro día yo me presenté al igual que este bello body a la casa de Katrina Ivanova. La casa era ENORME, como si en realidad de ser una casa fuese una mansión, con fuentes y autos negros blindados gigantes capaces de transportar unos cinco cadáveres si sos bueno en el tetris, claro.

Obviamente, cuando llegué a ese lugar, lo primero que hice fue sacarme una foto en donde mostrara la casa y los coches, junto al hashtag#MeAndMyCars #I’mRichAndAwesome #FuckYeah #BeautyBlonde #Selfie” que pueden ver en mi perfiles de Instagram y Twitter por si no me creen. Luego, toqué el timbre y la hermosa Katrina me abrió la puerta.

-Hola.- El muchacho se acerca y la besa en la boca.- ¿Cómo estás?

-¿Yo? Perfecta.- Dice con una seguridad que no solía mostrar habitualmente. De repente, una muchacha idéntica a Katrina aparece por las escaleras. Damián supuso que era la hermana, porque dijo que eran gemelas.- Katrina, ya llegó tu novio.- Damián se sorprende y la joven a quién había besado, la hermana de Katrina, le guiña el ojo mientras su gemela se acerca.- Voy a ver si todo está bien en la cocina, ya sabes que ellos no saben hacer bien ni un café.

-Claro.- Le contesta a su hermana que luego se marcha.- Ella es Natasha, mi hermana. Al parecer le agradas.

-Son… son idénticas.

-Claro que lo somos. ¡Somos gemelas! ¿No es genial?- Damián la mira.- Pero sólo físicamente, seguro ya te has dado cuenta que somos muy diferentes en personalidad…

-¿¡Cómo me iba a dar cuenta que son diferentes en personalidad si acababa de conocer a su hermana!?- Le grita a la cámara.- O sea, hashtag #TheyAreTwins, duh.- Se calma.- Continuemos…

Ella no le hace ningún tour por su casa, caminan decididamente hacia la cocina pero, cuando pasan por el suntuoso comedor, Damián se detiene al ver una muñeca de madera que le llamó la atención. Estaba situada en una chimenea con extensos detalles que servía más bien de decoración que por su funcionalidad de brindar calor en invierno. Se acerca a la muñeca y la agarra con las manos, Katrina se le acerca en silencio y observa al muchacho.

-Era de nuestra madre…- Le dice Katrina.

-¿Esta mamushka?

-Se llaman Matrioska.- Le contesta sonriendo.

-Ah.

-¿Continuamos?- Damián deja apresuradamente la muñeca en la chimenea, sin darse cuenta, al igual que la chica que estaba al lado de él, que la deja muy al borde.

Se dirigen a la cocina (donde supuestamente estaban Natasha y “ellos”), y Katrina se sorprende al notar de que no hay nadie ahí. Se pone a hacer un café y se escuchan pasos en dirección a la cocina.

-¡Ah, estabas aquí!- Le dice un hombre alto y un tanto alegre, seguido de otro hombre que parecía un ropero y Natasha.- Te estábamos buscando por todos lados…- De repente, la mirada del alto hombre se clava en Damián, que estaba atrás de Katrina “escondido” pero a la vista al mismo tiempo, esperando que se fueran sin que percataran su presencia. Pero no sucedió, ahora también lo miraba el ropero, para desgracia de él.- ¿Usted quién es?

Damián mira a Katrina esperando ayuda pero ella le da la espalda mientras que las dos personas que estaban con el hombre alto también lo miran.

-Soy Damián, el novio de Katrina.- Le pareció gracioso decirlo… pero para nadie más lo fue. Bueno, tal vez para Natasha le pareció entretenido porque al instante el hombre alto se abalanzó sobre él intentando destriparlo, pero Damián logra escabullirse y salir de la cocina corriendo mientras Katrina, que en lo único que se diferenciaba de su hermana es que estaba absolutamente roja y les gritaba que se detengan.

En un momento el hombre logra agarrar del cuello a Damián en el comedor y empieza a estrangularlo. El muchacho, empezó a agarrar todo lo que había a su alcance para estrellarlo sobre la cabeza del gigante ruso, incluso la Matrioska que era la reliquia de la familia. Luego de que lo golpea con la muñeca, se separa en un montón de partes la antigua herencia de madera de la familia y el gigante lo suelta mientras lo mira con estupor por lo que hizo.

Después de eso se fue o, mejor dicho, su “novia” lo sacó de ahí lo más rápido que pudo. Tiempo después hablaron y ella le contó todo lo que pasó después cuando volvió a la casa y de las explicaciones que tuvo que dar (que eran muchas) pero cuando terminó ese día en la clase de teatro, ella le dijo:

-Me gustó mucho escuchar de vos el “Novia”.

-Y así fue como ese día me fui a mi casa con una novia rusa.

Finaliza el video y lo sube a Internet. Instantáneamente su perfil explota de seguidores y de gente que comenta el video, sin saber Damián el porqué. La razón es que alguien en la radio había estado comentando sobre su historia y se estaba volviendo famoso por lo bizarro e insólito de su historia. Pero todo lo bueno conlleva algo malo… a su batería sólo le quedaba el 40% y, si no encontraba algún lugar de ese enorme congelador para cargarlo, todo sería en vano.


Capítulo 2. Fin.

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